El pasado mes de julio, tuve la suerte de poder hacer realidad uno de mis suenos, que era viajar al exterior a surfar, conocer playas, gente, otras comidas, culturas diferentes, en fin todo es nuevo cuando viajas, y mas si acostumbrado a surfar las olas del atlantico cruzas de lado al pacifico donde todo es diferente, otra fuerza, otra energia, le tenes que tener un respeto diferente al que estamos acostubrados.
El viaje fue planificado con poco tiempo, pero como dicen lo mejor es lo que sale a ultimo momento. Sali de montevideo a las 6 am, con una sola tabla 6'0, que durante el viaje si bien en algunos momentos hibiese sido bueno tener una un poco mas grande, anduvo bastante bien.
Llegue a lima a las 9 am, en un vuelo bastante tranquilo (aunque me pegue mis cagazos). Ahi me estaban esperando Clyde y su hermano el negro los cuales estuvieron conmigo todo el dia hasta que llego mi padre esa misma noche. Me llevaron a conocer el taller de klimax, y a comprar un traje que estaba necesitando. Cuando mi viejo llego a eso de las 8 de la noche, arrancamos ya para el sur a Punta Hermosa. Llegamos a la posada, que tenia balcon con vista al pico de La Isla, una de las olas mas conocidas y de mejor calidad de Peru, que lamentablemente no la pude agarrar ningun dia al 100%, ya que estuvo o muy chico o muy grande.
Luego que llegamos, nos acomodamos, y aunque era de noche, la luna ya dejaba ver las marcas entrando. No me quise fijar mucho para no ilusionarme, y tener la sorpresa la manana siguiente.
A las 5 30 am sono el desperador, estaba amaneciendo ya en Punta Hermosa, sali al balcon lo mas rapido que pude, y me encontre con un mar glass, con olas de medio metro en la isla, marcadas hasta que no te daba la vista. Segun los locales eso no era surfable, asi que arracamos en busca de algo mejor. Segun clyde era un dia para Punta Rocas, conocida como una de las playas mas constantes de sudamerica y del mundo. Presentaba olas de 1,5 m, abriendo perfectas derecha e izquierda. Si bien la entrada fue facil ya que no habia mucho mar, me costro bastante acotumbrarme al power del pacifico, es otra velocidad, otra tencina para hacer el pato, tenes que estar mas atento y tratar de no comerte ninguna en la cabeza.
Sacando eso, fue hasta el momento uno de los mejores dias de surfing de mi vida por lejos, me lleve mis buenas olas, si bien no le habia agarrado la mano del todo, me di cuenta que iba a ser un viaje inolvidable.
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